Título: Historias de miedo para contar en la oscuridad (Scary Stories to Tell in the Dark, 1981)

Autor: Alvin Schwartz

Editorial: Océano Gran Travesía

Género: relatos de ficción, infantil y juvenil, terror, paranormal

ISBN: 9788494631528

Año de publicación: enero 2017

Edición: tapa blanda con solapas; ilustraciones en b/n de Brett Helquist

Traducción: José Manuel Moreno Cidoncha

Páginas: 152

Valoración: 6/10

¿De qué trata?

En esta colección de tres volúmenes, se recogen historias del folklore popular norteamericano. Una serie de narraciones que han tenido un gran éxito durante años en todo el mundo, ilustradas por el reputado artista Brett Helquist.

«Los primeros colonos norteamericanos solían entretenerse contando historias de miedo. Se reunían al anochecer en alguna cabaña, o alrededor de un fuego, y competían para demostrar quién era capaz de asustar más. Algunas chicas y chicos hacen lo mismo hoy día. Se reúnen en la casa de alguien, apagan las luces, comen palomitas de maíz, y se pegan unos sustos de muerte. Contar historias de miedo es algo que la gente ha hecho durante miles de años, y a la mayoría de nosotros nos gusta que nos asusten de esa manera. Algunas de estas leyendas son muy antiguas, y se cuentan en diversas partes del mundo. Y la mayoría de ellas tienen el mismo origen. Se basan en hechos que las personas vieron o escucharon o experimentaron, o que al menos piensan que así fue.» Alvin Schwartz.

¿A quién no le gusta una buena historia de terror? De esas que se cuentan entre susurros, a la luz de una vela, intentando captar la mirada de los oyentes pero, al mismo tiempo, rehuyendo cualquier sombra que no debería estar ahí, creyendo a pies juntillas que todo lo que relates no te pasará a ti. Yo, que siempre me he estremecido con las historias de El club de medianoche (1990), me sumergí en esta recopilación de relatos de buena gana, y aunque quizá esperaba más sustos que risas, ha ido una lectura del o más productiva.

Que no os engañe el poco grosor del libro que comentamos hoy, pues Historias de miedo para contar en la oscuridad es un auténtico kit para convertirnos en narradores de historias de terror. Ademas de traernos un sinfín de relatos que adaptan leyendas urbanas o historias del folclore popular norteamericano, agrupa los relatos según sus semejanzas o puntos en común, e incluso ofrece una primera entrega con anotaciones para poder narrarlos con una entonación perfecta. Los relatos vienen acompañados de tétricas ilustraciones en blanco y negro del dibujante Brett Helquist, por si nuestra imaginación no es lo suficientemente hiperactiva y hemos conseguido sortear la descripción del fantasma de turno. Por suerte, para relajar un poco el ambiente después de tanto muerto viviente o fantasma rebelde, los últimos cuentos poseen una nota más cómica.

El estilo que presenta Schwartz es más que ligero y conciso, trayéndonos relatos breves pero cargados de misterio o terror, que consiguen calar hondo con la última línea. Además, muchos de los cuentos que nos relata poseen su propia explicación o base de leyenda popular, que encontraremos siempre al final de cada capítulo, por lo que además aprenderemos un poco más del legado de este sinfín de historias que se han trasmitido de manera oral hasta nuestros días. O nuestra estantería. 

Confieso que me adentré en esta recopilación de relatos por un puro ataque de nostalgia, pues además de la serie que comento más arriba, nunca me perdía un capítulo de Historias de la Cripta (1989), así que sentí que este libro podría traerme de nuevo esas sensaciones. Si bien he notado que ante todo es un libro más para el público infantil o juvenil que acaba de adentrarse en el género, pues la mayoría de las historias ya las conocía y no me han sacado más que una sonrisa de añoranza por esas historias de miedo que recordaba, no puedo negar que no me he aburrido en ningún momento.

En Historias de miedo para contar en la oscuridad encontraremos relatos de terror sobre seres sobrenaturales, leyendas urbanas, testimonios que vivieron experiencias paranormales inexplicables y toda una colección sobre un pasado que ha llegado a nuestros días sin haber perdido su esencia. No es un terror absoluto pero consigue su cometido: el de hacernos dudar y de temer a lo desconocido.

Con la colaboración de Océano Gran Travesía